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El traje nuevo del emperador
Es la historia de un Emperador egoísta, que tenía unos sirvientes muy educados y cada uno con una tarea distinta, unos para hacerle la comida, otros para servirla, otros se encargaban de limpiar el palacio y por supuesto, los que el más quería, a los sastres.
El emperador era muy presumido, siempre estaba mirándose al espejo y estrenando trajes nuevos.
Un buen día, el emperador mandó a sus sastres que le hicieran un traje nuevo, pero éstos no tenían ya más ideas para hacerle otro traje distinto a los que el Emperador ya tenía, sin dudarlo el Emperador los despidió y contrató a dos nuevas personas para realizar esa tarea pero resultó que eran dos estafadores y muy vagos, durante días no hicieron nada, llegó el día en que tenían que presentar el traje y no tenían nada hecho, con lo cual se inventaron una mentira:
-Este es tu traje – dijo un sastre.
- Pero es tan especial que solo los más listos pueden verlo – dijo el otro.
Pasaron días y el Emperador decidió presentar su nuevo traje en un desfile y así homenajear a sus nuevos sastres.
El desfile se preparó con carrozas lujosas, en la última de ellas, iban el Emperador y sus sastres, al pasar delante de un niño, éste se empezó a reír, el Emperador no dudó en preguntarle por la causa de su risa, ante lo que el niño contestó:
-Señor me rio porque usted está desnudo.
El emperador cortó el desfile y despidió a los sastres a los sastres por estafadores, quitándoles el dinero que les pagó.
Desde ese día el Emperador no volvió a estrenar traje nuevo.
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